Macri dispuso el aumento como primera medida
A tan sólo veinticuatro horas de haber recibido la administración de las seis líneas de subte y el Premetro, el Gobierno de la Ciudad resolvió aumentar la tarifa a $2,50 a partir de la hora 0 de mañana. El nuevo precio representa un incremento del 127% en relación con el actual valor del boleto, de 1,10 pesos.
Según un comunicado de Subterráneos de Buenos Aires Sociedad del Estado (SBASE), “la decisión fue adoptada para recuperar el severo atraso que acumula la tarifa”. En ese sentido, días atrás el propio mandatario porteño, Mauricio Macri, había señalado que era “de público conocimiento que la tarifa está congelada desde hace años”.
“Mientras el boleto de subte aumentó un 57% entre el 2001 y el 2011, la nafta súper se encareció el 360%; la leche, un 496%, y los salarios según el Indec, el 398%”, añadió el escrito.
El ministro de Hacienda porteño, Néstor Grindetti, también intentó justificar el cuantioso incremento: “Se trata de una decisión necesaria para garantizar la prestación del servicio”. Y añadió: “Como no tenemos los recursos en el Presupuesto, concluimos que ésta es la mejor forma de asegurar el servicio”.
El presidente de SBASE, Juan Pablo Piccardo, fue otro de los funcionarios porteños que defendió la medida: “La falta de planificación y de inversiones, principalmente en los últimos diez años, generaron como resultado un servicio deficiente, con una red demasiado pequeña, coches de casi 100 años, líneas saturadas y ciudadanos que sufren a diario la precariedad del sistema”.
La idea de aumentar el boleto comenzó a rondar en la cabeza de varios macristas apenas el Gobierno nacional anunció el traspaso de los subterráneos. El martes pasado, cuando se firmó la transferencia, Macri tomó la decisión de que el anuncio sería esta semana, tal como adelantó ayer BAE.
También resolvió fijar una tarifa diferenciada para que los pasajeros de bajos recursos paguen un boleto más económico. En relación a ese punto, Grindetti explicó ayer que los jubilados y las personas de menores ingresos tendrán un “boleto social”.
Por su parte, el auditor general de la Ciudad por el kirchnerismo, Eduardo Epszteyn, criticó la decisión del Ejecutivo porteño de llevar la tarifa del subte a $2,50 y adelantó que presentará un recurso de amparo para que el Ente Regulador de Servicios Públicos convoque a una audiencia pública como estipula la ley 210. “Nuevamente, Macri se niega a cumplir la ley y busca recaudar de cualquier manera”, apuntó el ex diputado porteño.
Según el artículo 13 del Capítulo IV de esa norma, “en caso de solicitud de modificación de la tarifa” es necesario llamar a una audiencia pública.
La legisladora de la Ciudad por Nuevo Encuentro Delia Bisutti también criticó la medida: “La normativa porteña establece que el aumento tarifario de servicios públicos como es el caso del taxi o el peaje deben pasar obligadamente por una audiencia pública en la que los ciudadanos de la Capital puedan participar y manifestarse”. Y reclamó que la administración de Macri “realice los estudios técnicos, administrativos y presupuestarios correspondientes y especifique los costos del servicio para hacer un trazado real de las nuevas tarifas”.
Además de afrontar los temas legales, las críticas opositoras y el eventual enojo de los usuarios, el Gobierno porteño deberá resolver otra cuestión que no es menor referida al traspaso que firmó el martes pasado. El Ejecutivo nacional se comprometió a mantener el 50% del subsidio –$360 millones– por un año, pero el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, advirtió que “en el caso de que la Ciudad de Buenos Aires aumente las tarifas, el remanente [de subsidios] debe ser destinado a obras de infraestructura para que el servicio crezca y mejore”